martes, 27 de noviembre de 2007

Alvaro Figueredo


ALVARO NUPCIAL


Junto en mi voz un Alvaro y lo alejo
-hacha de miel- a darme el dulce gajo
donde pende el poema en que trabajo
mi eternidad con dócil entrecejo.

Junto en mi voz un Alvaro y lo dejo
-guija de miel- rodar, Alvaro abajo,
hasta la flor de Amalia en que agasajo
mi eternidad con amoroso espejo.

Si más poema que Alvaro, me escojo,
si más Amalia que Alvaro, me elijo,
junto en mi voz un Alvaro y lo empujo

hasta el celeste niño en que me alojo,
y vuelvo a hablar del término del hijo
mi eternidad con inocente lujo.

Pan de Azúcar, 1907-1966.