miércoles, 12 de diciembre de 2007

César Vallejo

Considerando en frío imparcialmente...

Considerando en frío, imparcialmente,
que el hombre es triste, tose y, sin embargo,
se complace en su pecho colorado;
que lo único que hace es componerse de días;
que es lóbrego mamífero y se peina...

Considerando que el hombre
procede suavemente del trabajo y repercute jefe,
suena subordinado; que el diagrama del tiempo
es constante diorama en sus medallas y, a medio abrir,
sus ojos estudiaron, desde lejanos tiempos,
su fórmula famélica de masa...

Comprendiendo sin esfuerzo que el hombre
se queda, a veces, pensando, como queriendo llorar,
y, sujeto a tenderse como objeto,
se hace buen carpintero, suda, mata
y luego canta, almuerza, se abotona...

Considerando también que el hombre
es en verdad un animal y, no obstante, al voltear,
me da con su tristeza en la cabeza...
Examinando, en fin, sus encontradas piezas,
su retrete, su desesperación,
al terminar su día atroz, borrándolo...

Comprendiendo que él sabe que le quiero,
que le odio con afecto y me es, en suma, indiferente...
Considerando sus documentos generales
y mirando con lentes aquel certificado
que prueba que nació muy pequeñito...
le hago una seña, viene, y le doy un abrazo,
emocionado. ¡Qué mas da! Emocionado... Emocionado...

Poemas Humanos (1938)